"Yo soy un hombre bueno, lo que pasa es que me estoy viniendo viejo..." cantaba Pappo. Parece que con esta página web me esta sucediendo eso. No se porqué siento la necesidad de volver a mis raíces musicales, las que moldearon mi personalidad, y mis ganas de escribir poemas que estoy preparando de forma paralela. Tal vez porque hay ciclos que se cierran.
Siempre digo que tuve tres escuelas en la vida: una dada por mi familia, especialmente por mis padres (los que asumieron la responsabilidad de criarme); otra dada por la religión (desde el entrañable colegio La Salle- Santo Tomás de Aquino en G. Catán); y tercero por la música, especialmente por el rock´n´roll (desde lo más blando a lo más pesado). Aisladamente descubro algunos docentes en esos tramos de mi vida: la Srta. Purita de segundo grado, o Nelly en quinto; profesor "Pancho" en el secundario, Pagani, Freire; Martínez, Belén, Gonzalito, y los profes de Quimica y Biología, en el Goubat; algunos profesores de periodismo; y ya en el profesorado: Patuel, Catalina y su esposo Reali; Vico, y Cávana, y tal vez se me escape alguno, sorry, pero no mucho más. Debo agradecer a Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges, José Ingenieros y mención honorífica para Horacio Quiroga, autor por quién entré al mundo de los libros y que descubrí gracias a un profe que tuve un mes: Ciarlentta.
Después en la vida, sería injusto nombrar a los amigos y olvidarme de algún nombre, por eso digo GRACIAS AMIGOS, los de mi barrio La Elvira (aguante J.M.de Rosas abajo los malditos unitarios-já, já, já), los de las distintas instituciones donde me he encontrado, y los que desde que comencé la docencia, sé que están aquí, cerca de mi, acompañándome en esta hermosa profesión, sin igual. Pensar que tuve una oportunidad de ingresar a la redacción del diario La Nación; gracias a Dios por mostrarme la vida del aula (desde el lugar del docente), la que no cambio por ningúna bolsa de oro en todo el universo, excepto por lo que Dios quiera.
Hoy miraba videos de Eric Clapton y las diversas oportunidades en las que tocó -y se dió el lujo- en formaciones que habitualmente se denominan superbandas. En una de ellas Clapton, Elton John, Phil Collins y Ringo Star acompañaban al queridísimo George Harrison en una potente y sofisticada versión de "Guitarra vas a llorar". Recordarlos, en esos tiempos, en que buscaba imperiosamente sus videos para conocer más sobre ellos, volvió a despertarme la piel de gallina; me emocioné como si fuera la primera vez que los disfrutaba. ¡Oh, gigante Rock´n´roll, si has hecho huellas profundas e imborrables en mi piel! Moldeaste a este hombre pequeño que soy, con tus rabias y locuras, sólo contenidas por el amor a Dios (y de Dios)...
No quiero hablar sobre el futuro, quiero quedarme hoy con mi pasado. Tal vez porque me estoy "viniendo viejo".
Ahora el tiempo corre irregulares sendas, las nostalgias emocionan a veces, y otras veces lastiman... Cantaba VOX DEI en su material "Jeremías, pies de plomo" una página titulada: "Ahora es el preciso instante", empezando por decir: "Vivo, muy solo, un sueño/ Y quiero, abrazar al viento// Hombre-niño, reaccioná ya/ no, no corras más a ciegas/ hay mil cosas que realizar/ y el momento nunca llega/ Y ahora es el preciso instante/ en que debo despertarme/ Para mirar dentro mío donde existe la verdad..." Cantaba este y otros temas de ese material con un amigo al salir del secundario: Osvaldo Vernieri que ya no está entre nosotros, pero que sé que continúa acompañándome por la vida, con cada situación, vuelta canción.
Comento de paso que el nombre "Rock in Luis" refiere a un archivo de opinión y artículos periodísticos que comencé en 1989 y que regular y mensualmente sostuve hasta 1995-6, luego de modo mucho menos frecuente. Cuando pensé en el nombre dije pa´mis adentros: "¿Si existe Rock in Río, porqué no ha de existir Rock in Luis?".
Sí guitara, hoy vas a llorar y te lo agradeceré, porque la vida se siente. Y ese es mi estado actual.
P.D: la guitarra de la foto fue mi única guitarra eléctrica, que ya la vendí. Debe de haberse puesto a llorar (de emoción) entonces, porque apenas si llegué a aprender a tocar algo en ella. Bye!
7 nov 2009
6 nov 2009
El Amor en Tiempos de Egoísmos (Aúlicos)
La docencia tiene aspectos muy interesantes si uno quiere ser más que un mero particpante profesional en el ámbito educativo. Y así, nos perfeccionamos, con diferentes actividades, y sin pedir nada a cambio, excepto un certificado para que no nos descuenten a fin de mes.
El día jueves 5 de noviembre había sido uno de esos días en que se termina finalmente rendido de cansancio pero plenamente satisfecho con haber podido cumplir con los compromisos asumidos, y en especial porque fuimos capaces de volcar esa dedicación hacia nuestros alumnos, y muy muy especialmente que ellos, nuestros educandos, superaran una vez más sus propias marcas y expectativas.
Al día siguiente, viernes 6, tuve tiempo para irme al cajero a sacar algo del sueldo entrante en este mes de noviembre. Como la fila en el cajero del Banco Provincia en González Catán era muy extensa, la espera se volvió tediosa, por dos motivos: 1) funcionaba un sólo cajero; 2) además de la clave numérica a los docentes nos han agregado otra clave alfabética, y no todos siempre la recuerdan o aún estan poco habituados a usarla. El caso es que la fila no parecía avanzar nunca.
Fue en ese momento que escuché la conversación de dos colegas detrás de mi . Ambos de unos 30 años, pero uno más alto y otro más gordo y petiso. El más alto le decía: "Yo en docencia hago lo justo y necesario; no me caliento más, cada cual mira su propio beneficio; hoy por ejemplo falté a dar clases para esto, para cobrar; antes cumplía con todo; pero me di cuenta que cada uno hacía la suya primero". El otro lo escuchaba atentamente, y el docente continuaba: "Total, si los pibes estan en cualquiera; el otro día uno fue con una 9 mm, lo advirtió la bibliotecaria; vino la directora, la policía y el pibe decía: #a mi, nadie me puede tocar soy menor, tengo derechos#, cuando la policía le sustrajo el arma, cayó la psicóloga o psicopedagoga diciendo; #si, es verdad, tiene derechos, nadie lo puede tocar, déjenlo. Vos te pensás que yo que tengo mi nena me voy a arriesgar a que uno de estos pibes me pegue un tiro; el pibe será muy menor, pero bien que estaba en uso de razón cuando decidó llevar la 9 mm a la escuela; pero las leyes estan del lado de esas conductas..." La conversación seguió pero emepecé a preocuparme de que no parecía avanzar ,mientras me quedaba reflexionando: "Y si todos colaboráramos, o buscásemos respuestas de otra manera, ¿no se podría mejorar?. ¡Qué difisil!, tan difisil como saber si la vida de uno es más importante que la del pibe, o viceversa. Pero siento que nos hemos acostumbrados a ver todo desde el egoismo.
Ese mismo día por la tarde, empezaba por ponerme de acuerdo y hasta reirme con las reflexiones de un seminarista en Cañuelas, pero depronto (confieso que aún no supe a dónde iba con sus conceptos) me sorprendí. Aclaro que por causas particulares me retiré unos minutos antes de que terminara la charla, y que aunque hablaré con colegas al respecto, quiero dejar la sensación y reflexión que volqué en ese momento.
Al principio, me gustaba su concepto de que "vivimos en un mundo del control remoto", donde cada uno pretende poner en el otro los errores porque en realidad el control lo tengo yo; de allí pasaba a explicar que "pasamos de la educación y del mundo del deber (de lo que se debe hacer) a la de la educación y el mundo del poder (de lo que puedo hacer); esto explicaba por ejemplo, porqué los mediaticos tienen más éxitos, caso Zulma Lobato; en cambio un docente por más esfuerzos que haga sólo será mediaticamente reconocido si abofetea a un alumno, porque entonces los medios de comunicación coparán al otro día la escuela, y hasta serán capaces de entrevistar al docente o pagarle para entrevistarlo, porque justamente el poder está en otros intereses y en el cambio de roles de la sociedad.
Después, el especialista en temas de "Convivencia y Paz" que no quiero nombrar por razones de ir hacia sus conceptos por ahora; nos dió cinco minutos para tomar o comer algo. Cuando retornamos, casi inmediatamente nos hizo reflexionar sobre lo que no éramaos los docente (médicos, policías, bomberos, jueces, etc, etc, etc) y sobre lo que sí éramos: EDUCADORES. Hasta ahí todo bién. Pero nos hizo buscar la diferencia entre "querer el bien para nuestros alumnos o ser hipócritas". Decía que mientras persigamos el bien, ¿Qué necesidad tengo de amar a mis alumnos?; ¿qué necesidad tengo de ser amigo de mis vecinos?. Ninguna. Porque, según él, sólo entro en la hipocrecía si detrás de esa sonrisa, y palmada en la espalda, persigo mis propios intereses, o lo hago para posesionarme o quedar bién con el medio que me rodea. Esto último estaba escuchando cuando me retiraba, y en cierta forma me molestó (reitero no lo nombro al autor porque no se cómo prosiguó el final de su conferencia expositiva). Y si bien puedo aceptar que muchos coincidan con estas ideas, yo mientras conducía tras salir de allí pensaba:
"No puedo pretender que todo mis alumnos se entusiasmen o sepan de Historia tanto como yo, o más que yo; pero si debo hacer que mis clases sean interesantes -en esto coincidía con el expositor-; pero si yo exijo que mis alumnos sean responsables para aprobar su materia, lo mínimo que puedo hacer desde mi lugar es yo aprender a amar; y acá me diferencié rápidamente del expositor: es verdad no tengo el deber de amar a alguién; pero si tengo el deber de construir desde mi profesión (vocación para algunos como yo), aprender a aplicar el amor, sin hipocrecía; y el amor más se practica cuando me puedo asumir en aquel que más me joroba en clase porque no hace nada, porque es silencioso, porque tiene un sinfin de problemas, etc; es decir, si bien no tengo obligación, así como el alumno no quiere estudiar historia porque no sabe para que le sirve (o la materia que fuese) pero yo le exijo un mínimo de voluntad y responsabilidad para aprobarlo, de la misma manera tengo que poner un mínimo de compromiso con la construcción del amor. Porque la construcción del amor es el poder en el mundo. Dios es Amor. No el odio, no el individualismo. Me causaba gracia porque el expositor parecía por este momento estar hablando contra el individualismo desde el individualismo.
Y relacionaba esto con la charla escuchada en la fila del cajero... Cómo nos cuesta construir un mundo de amor, el resultado es el desinterés, la pena y el dolor de ciento de miles de jóvenes que nos roban nos matan, etc... pensar que como dice Williams Ury, es hoy, tiempo de crisis y globalización, el momento de la negociación, donde ya no hay uno que gana y otro que pierde como en décadas pasadas, sino donde pierden los negociando cada cual algo; ¡y para qué?, para salir de las crisis, para afrontar nuevos desafíos.... si todos aplicáramos el tratar de aprender eso que no es mi oblñigación pero que sirve para construir, ejemplo el amor, muchas palabras y conceptos volverían a cobrar vida, dejaría de estar vacías.
Muchas veces estamos repitiendo palabras vacías, o comprando libros de especialistas que viven acumulando títulos y conferencias internacionales, y los aplaudimos, y no dicen mucho, o no dicen nada; o hacemos paros gremialistas cada vez que nos apuran las urgencias del bolsillo, pero nunca para exigir cambios para mejora del sistema educativo, por ejemplo ( siempre se ponen de manifiesto pero se guardan en un escritorio una vez alcanzados los negocios económicos); etc. Para hablar y quejarnos somos como "mandados a hacer".
Pero el amor se aprende y se construye sabiendo escuchar; William Ury declaró hace poco al diario La Nación: "si Dios nos dió una boca y dos oídos es para escuchar más que para hablar." Por eso quiero recalcar lo dicho líneas atrás: aprender a construir amor es una deuda de todos los que exigimos que nuestros alumnos aprendan nuestra materia; y eso implica aprender a escucharlos; pero no enseñarles el facilismo, porque eso es desamor.
El día jueves 5 de noviembre había sido uno de esos días en que se termina finalmente rendido de cansancio pero plenamente satisfecho con haber podido cumplir con los compromisos asumidos, y en especial porque fuimos capaces de volcar esa dedicación hacia nuestros alumnos, y muy muy especialmente que ellos, nuestros educandos, superaran una vez más sus propias marcas y expectativas.
Al día siguiente, viernes 6, tuve tiempo para irme al cajero a sacar algo del sueldo entrante en este mes de noviembre. Como la fila en el cajero del Banco Provincia en González Catán era muy extensa, la espera se volvió tediosa, por dos motivos: 1) funcionaba un sólo cajero; 2) además de la clave numérica a los docentes nos han agregado otra clave alfabética, y no todos siempre la recuerdan o aún estan poco habituados a usarla. El caso es que la fila no parecía avanzar nunca.
Fue en ese momento que escuché la conversación de dos colegas detrás de mi . Ambos de unos 30 años, pero uno más alto y otro más gordo y petiso. El más alto le decía: "Yo en docencia hago lo justo y necesario; no me caliento más, cada cual mira su propio beneficio; hoy por ejemplo falté a dar clases para esto, para cobrar; antes cumplía con todo; pero me di cuenta que cada uno hacía la suya primero". El otro lo escuchaba atentamente, y el docente continuaba: "Total, si los pibes estan en cualquiera; el otro día uno fue con una 9 mm, lo advirtió la bibliotecaria; vino la directora, la policía y el pibe decía: #a mi, nadie me puede tocar soy menor, tengo derechos#, cuando la policía le sustrajo el arma, cayó la psicóloga o psicopedagoga diciendo; #si, es verdad, tiene derechos, nadie lo puede tocar, déjenlo. Vos te pensás que yo que tengo mi nena me voy a arriesgar a que uno de estos pibes me pegue un tiro; el pibe será muy menor, pero bien que estaba en uso de razón cuando decidó llevar la 9 mm a la escuela; pero las leyes estan del lado de esas conductas..." La conversación seguió pero emepecé a preocuparme de que no parecía avanzar ,mientras me quedaba reflexionando: "Y si todos colaboráramos, o buscásemos respuestas de otra manera, ¿no se podría mejorar?. ¡Qué difisil!, tan difisil como saber si la vida de uno es más importante que la del pibe, o viceversa. Pero siento que nos hemos acostumbrados a ver todo desde el egoismo.
Ese mismo día por la tarde, empezaba por ponerme de acuerdo y hasta reirme con las reflexiones de un seminarista en Cañuelas, pero depronto (confieso que aún no supe a dónde iba con sus conceptos) me sorprendí. Aclaro que por causas particulares me retiré unos minutos antes de que terminara la charla, y que aunque hablaré con colegas al respecto, quiero dejar la sensación y reflexión que volqué en ese momento.
Al principio, me gustaba su concepto de que "vivimos en un mundo del control remoto", donde cada uno pretende poner en el otro los errores porque en realidad el control lo tengo yo; de allí pasaba a explicar que "pasamos de la educación y del mundo del deber (de lo que se debe hacer) a la de la educación y el mundo del poder (de lo que puedo hacer); esto explicaba por ejemplo, porqué los mediaticos tienen más éxitos, caso Zulma Lobato; en cambio un docente por más esfuerzos que haga sólo será mediaticamente reconocido si abofetea a un alumno, porque entonces los medios de comunicación coparán al otro día la escuela, y hasta serán capaces de entrevistar al docente o pagarle para entrevistarlo, porque justamente el poder está en otros intereses y en el cambio de roles de la sociedad.
Después, el especialista en temas de "Convivencia y Paz" que no quiero nombrar por razones de ir hacia sus conceptos por ahora; nos dió cinco minutos para tomar o comer algo. Cuando retornamos, casi inmediatamente nos hizo reflexionar sobre lo que no éramaos los docente (médicos, policías, bomberos, jueces, etc, etc, etc) y sobre lo que sí éramos: EDUCADORES. Hasta ahí todo bién. Pero nos hizo buscar la diferencia entre "querer el bien para nuestros alumnos o ser hipócritas". Decía que mientras persigamos el bien, ¿Qué necesidad tengo de amar a mis alumnos?; ¿qué necesidad tengo de ser amigo de mis vecinos?. Ninguna. Porque, según él, sólo entro en la hipocrecía si detrás de esa sonrisa, y palmada en la espalda, persigo mis propios intereses, o lo hago para posesionarme o quedar bién con el medio que me rodea. Esto último estaba escuchando cuando me retiraba, y en cierta forma me molestó (reitero no lo nombro al autor porque no se cómo prosiguó el final de su conferencia expositiva). Y si bien puedo aceptar que muchos coincidan con estas ideas, yo mientras conducía tras salir de allí pensaba:
"No puedo pretender que todo mis alumnos se entusiasmen o sepan de Historia tanto como yo, o más que yo; pero si debo hacer que mis clases sean interesantes -en esto coincidía con el expositor-; pero si yo exijo que mis alumnos sean responsables para aprobar su materia, lo mínimo que puedo hacer desde mi lugar es yo aprender a amar; y acá me diferencié rápidamente del expositor: es verdad no tengo el deber de amar a alguién; pero si tengo el deber de construir desde mi profesión (vocación para algunos como yo), aprender a aplicar el amor, sin hipocrecía; y el amor más se practica cuando me puedo asumir en aquel que más me joroba en clase porque no hace nada, porque es silencioso, porque tiene un sinfin de problemas, etc; es decir, si bien no tengo obligación, así como el alumno no quiere estudiar historia porque no sabe para que le sirve (o la materia que fuese) pero yo le exijo un mínimo de voluntad y responsabilidad para aprobarlo, de la misma manera tengo que poner un mínimo de compromiso con la construcción del amor. Porque la construcción del amor es el poder en el mundo. Dios es Amor. No el odio, no el individualismo. Me causaba gracia porque el expositor parecía por este momento estar hablando contra el individualismo desde el individualismo.
Y relacionaba esto con la charla escuchada en la fila del cajero... Cómo nos cuesta construir un mundo de amor, el resultado es el desinterés, la pena y el dolor de ciento de miles de jóvenes que nos roban nos matan, etc... pensar que como dice Williams Ury, es hoy, tiempo de crisis y globalización, el momento de la negociación, donde ya no hay uno que gana y otro que pierde como en décadas pasadas, sino donde pierden los negociando cada cual algo; ¡y para qué?, para salir de las crisis, para afrontar nuevos desafíos.... si todos aplicáramos el tratar de aprender eso que no es mi oblñigación pero que sirve para construir, ejemplo el amor, muchas palabras y conceptos volverían a cobrar vida, dejaría de estar vacías.
Muchas veces estamos repitiendo palabras vacías, o comprando libros de especialistas que viven acumulando títulos y conferencias internacionales, y los aplaudimos, y no dicen mucho, o no dicen nada; o hacemos paros gremialistas cada vez que nos apuran las urgencias del bolsillo, pero nunca para exigir cambios para mejora del sistema educativo, por ejemplo ( siempre se ponen de manifiesto pero se guardan en un escritorio una vez alcanzados los negocios económicos); etc. Para hablar y quejarnos somos como "mandados a hacer".
Pero el amor se aprende y se construye sabiendo escuchar; William Ury declaró hace poco al diario La Nación: "si Dios nos dió una boca y dos oídos es para escuchar más que para hablar." Por eso quiero recalcar lo dicho líneas atrás: aprender a construir amor es una deuda de todos los que exigimos que nuestros alumnos aprendan nuestra materia; y eso implica aprender a escucharlos; pero no enseñarles el facilismo, porque eso es desamor.
4 nov 2009
Uruguay en punta
La promesa del, por entonces Ministro de Educación argentino, D. Filmus, en el 2005, se cumplió pero en otra realidad y con otros actores políticos. Es que la vecina República Oriental del Uruguay, lanzó un año después un programa educativo con similares características. Pero en Uruguay se comprometieron con la apuesta, y hoy cada alumno tiene una Pc personal, bajo el único requisito de asistir a la escuela pública.
Esta noticia nos sorprendió hace casi un mes atrás, cuando comenzaron a cobrar mayor difusión los anuncios del gobierno nacional de Uruguay, que por supuesto muestra con orgullo la obra concretada: una Pc por alumno y docente de escuela pública a lo largo y a lo ancho de todo el país, con antenas que captan la onda de internet desde puntos referentes o estratégicos, con lo cual, lo máximo para conseguir señal que un alumno puede caminar son 300 metros.
"A la sombra del CEIBAL", canta la canción del programa, en alusión a dos motivos: 1) La flor del Ceibo, que tanto en Uruguay como en Argentina se trata de flores nacionales, y 2) "Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea", adquiriendo de esta manera el acento en la idea inicial lanzada en Cardal (departamento de Florida) concretado en 2007, luego de que Nicolás Negroponte autor del libro "Ser Digital" y "Director del Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachussets", impulsara su proyecto "One Laptop Per Child" ( Una Pc por niño) comenzando por aquellos más necesitados.
Para Uruguay hoy es un hecho, y tras las redes de internet se desata una auténtica revolución tecnológica para ese país, ya que familias que de ninguna manera podían siquiera soñar con alcanzar una pc, hoy entran en el mundo de internet porque sus hijos, gracias al acceso universal, son poseedores de la herramienta, y vencen las distancias, y trabajan sus proyectos, y les enseñan a sus padres; publican sus inquietudes e interaccionan con el mundo, que a veces ni en libros descubrían. Es un entusiasmo, y es una fuerte apuesta educativa.
Debemos sacarnos el sombrero, en la Argentina por ahora muchos docentes viven llenando planificaciones de "la clase ideal, del acompañamiento ideal, del mundo educativo ideal", que en la realidad no sucede, porque lo presionan diciendo que si los alumnos no aprenden es por culpa de los maestros y profesores.
La verdad es que el docente puede tener más o menos errores que las exigencias del medio real indiquen, pero que difícil perfeccionarse cuando el sistema no ayuda, no apuesta no conduce, sino por el contrario retrasa, baja de nivel, y no deja margen para la creatividad. Esa es en muchos lugares la educación en la Argentina, en Uruguay en cambio, parece que comenzaron un nuevo proceso que bien se encuadra en la definición "desafío educativo", lo que no es un dato menor cuando se asume en el marco de un mundo globalizado.
Esta noticia nos sorprendió hace casi un mes atrás, cuando comenzaron a cobrar mayor difusión los anuncios del gobierno nacional de Uruguay, que por supuesto muestra con orgullo la obra concretada: una Pc por alumno y docente de escuela pública a lo largo y a lo ancho de todo el país, con antenas que captan la onda de internet desde puntos referentes o estratégicos, con lo cual, lo máximo para conseguir señal que un alumno puede caminar son 300 metros.
"A la sombra del CEIBAL", canta la canción del programa, en alusión a dos motivos: 1) La flor del Ceibo, que tanto en Uruguay como en Argentina se trata de flores nacionales, y 2) "Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea", adquiriendo de esta manera el acento en la idea inicial lanzada en Cardal (departamento de Florida) concretado en 2007, luego de que Nicolás Negroponte autor del libro "Ser Digital" y "Director del Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachussets", impulsara su proyecto "One Laptop Per Child" ( Una Pc por niño) comenzando por aquellos más necesitados.
Para Uruguay hoy es un hecho, y tras las redes de internet se desata una auténtica revolución tecnológica para ese país, ya que familias que de ninguna manera podían siquiera soñar con alcanzar una pc, hoy entran en el mundo de internet porque sus hijos, gracias al acceso universal, son poseedores de la herramienta, y vencen las distancias, y trabajan sus proyectos, y les enseñan a sus padres; publican sus inquietudes e interaccionan con el mundo, que a veces ni en libros descubrían. Es un entusiasmo, y es una fuerte apuesta educativa.
Debemos sacarnos el sombrero, en la Argentina por ahora muchos docentes viven llenando planificaciones de "la clase ideal, del acompañamiento ideal, del mundo educativo ideal", que en la realidad no sucede, porque lo presionan diciendo que si los alumnos no aprenden es por culpa de los maestros y profesores.
La verdad es que el docente puede tener más o menos errores que las exigencias del medio real indiquen, pero que difícil perfeccionarse cuando el sistema no ayuda, no apuesta no conduce, sino por el contrario retrasa, baja de nivel, y no deja margen para la creatividad. Esa es en muchos lugares la educación en la Argentina, en Uruguay en cambio, parece que comenzaron un nuevo proceso que bien se encuadra en la definición "desafío educativo", lo que no es un dato menor cuando se asume en el marco de un mundo globalizado.
2 nov 2009
* INSEGURIDAD, DELITO Y MINORÍA
Comparto totalmente que en la década del ´70 se asistió a la aniquilición de las ideas, a la postergación del pensamiento, a la persecución y censura de las proyectos y la participación de los jóvenes. Pero no puedo relacionar ese plan siniestro inspirado desde el exterior y desde el interior de nuestro país, con los resultados que tenemos hoy en nuestra juventud. Sobre todo porque crecí en los años '80 bajo un sistema democrático que con todas sus imperfecciones, defendió el Dr. Raúl Alfonsín, como presidente de la Nación.
Entonces, con el retorno de la democracia, la juventud salió a participar, buscó nuevos espacios, y aún cuando buscaba distenderse, su mirada sobre una república diferente no dejaban de transmitir esperanzas y nuevos horizontes, y crecían sus diferentes ideologías, incluso aunque no fuesen netamente políticas sino más bien socioculturales y sobre todo musicales. Era una nueva juventud crítica.
Pero llegaron los años '90. Y con otras características el plan de los '70 volvió a cobrar vida. Había que desarticular y conseguir que la juventud no piense en nada. (Reforma educativa 1994; se saca el servicio militar obligatorio pero no se crea algo alternativo bajo un sistema democrático). La idea era esa que se canse de pensar en nada y comience a aburrirse, y enfrente el caos y el drama de su existencia: las drogas cobraron un nuevo lugar, no desde el ámbito de la experimentación para crear arte, sino desde el vacío y la condena de muerte en vida; entonces el crímen, el delito, el robo , fue una respuesta a la sociedad heredada. Y el uno a uno, concluyó por abrir una brecha entre pobres y ricos a tal punto, que sobre todos los jóvenes comenzarona pesar en una balanza sus posibilidades sobre lo imposible.
Ningunos de los gobiernos que continuaron al salvaje capitalismo de los años '90 hicieron algo para revertir o curar las heridas abiertas. Las generacinoes que se sucedieron crecieron en la antife, en la desconfianza política-social,en la falta de contención institucional, y en el facilismo como único corredor para saldar sus ansias de hambre. Nada de estudiar, ni trabajar, ni sacrifio; todo de planes sociales, de la farándula, del robo, del secuestro, de la muerte. Todo de la habilidad de encontrar y embatir contra el más débil (otros menores, jubilados etc). La brecha estaba ya bien clara: unos tienen mucho, otros tienen algo, yo no tengo nada: te mato, te limpio, me compro merca o un par de zapatillas y vivo en la miseria del horror sin espantarme de mimismo, sino espantando a los otros.
La primera salida a ese esquema determinado fue "el gatillo fácil". La policía y la justicia muchas veces fueron cómplices ( y aún lo son en muchos casos) de ese panorama decididamente destinado a aniquilar a las mentes tiernas. Las soluciones de fondo, las auténticas respuestas, nunca se concretaron.
Por eso hoy, no son culpables solamente los jóvenes que delinquen, sino hay todo un mensaje oculto y perverso por parte de los que se encargaron de dejarles esta triste realidad.
Entonces, con el retorno de la democracia, la juventud salió a participar, buscó nuevos espacios, y aún cuando buscaba distenderse, su mirada sobre una república diferente no dejaban de transmitir esperanzas y nuevos horizontes, y crecían sus diferentes ideologías, incluso aunque no fuesen netamente políticas sino más bien socioculturales y sobre todo musicales. Era una nueva juventud crítica.
Pero llegaron los años '90. Y con otras características el plan de los '70 volvió a cobrar vida. Había que desarticular y conseguir que la juventud no piense en nada. (Reforma educativa 1994; se saca el servicio militar obligatorio pero no se crea algo alternativo bajo un sistema democrático). La idea era esa que se canse de pensar en nada y comience a aburrirse, y enfrente el caos y el drama de su existencia: las drogas cobraron un nuevo lugar, no desde el ámbito de la experimentación para crear arte, sino desde el vacío y la condena de muerte en vida; entonces el crímen, el delito, el robo , fue una respuesta a la sociedad heredada. Y el uno a uno, concluyó por abrir una brecha entre pobres y ricos a tal punto, que sobre todos los jóvenes comenzarona pesar en una balanza sus posibilidades sobre lo imposible.
Ningunos de los gobiernos que continuaron al salvaje capitalismo de los años '90 hicieron algo para revertir o curar las heridas abiertas. Las generacinoes que se sucedieron crecieron en la antife, en la desconfianza política-social,en la falta de contención institucional, y en el facilismo como único corredor para saldar sus ansias de hambre. Nada de estudiar, ni trabajar, ni sacrifio; todo de planes sociales, de la farándula, del robo, del secuestro, de la muerte. Todo de la habilidad de encontrar y embatir contra el más débil (otros menores, jubilados etc). La brecha estaba ya bien clara: unos tienen mucho, otros tienen algo, yo no tengo nada: te mato, te limpio, me compro merca o un par de zapatillas y vivo en la miseria del horror sin espantarme de mimismo, sino espantando a los otros.
La primera salida a ese esquema determinado fue "el gatillo fácil". La policía y la justicia muchas veces fueron cómplices ( y aún lo son en muchos casos) de ese panorama decididamente destinado a aniquilar a las mentes tiernas. Las soluciones de fondo, las auténticas respuestas, nunca se concretaron.
Por eso hoy, no son culpables solamente los jóvenes que delinquen, sino hay todo un mensaje oculto y perverso por parte de los que se encargaron de dejarles esta triste realidad.
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